miércoles, 9 de abril de 2014

Redondos ojos negros

Late fuerte el corazon cuando te entra por el cuenco de los ojos la figura iridiscente de la dueña del mismo...
Cuesta esconder lo que sentis. Asi seas elocuente, seas letrado, seas un erudito, seguramente no vas a tener palabras rebuscadas para decir... 
Puede estar transcurriendo el peor momento animico de tu vida, pero vas a sonreir... 
Poco importa el vapor del medio dia en la ciudad, la vista no se te nubla, respirar no te pesa, el mundo no es tan grande como siempre se te presenta...
Estas liviano, todo parece tan simple en tu mente...
El puño cerrado de bronca, se abre en la palmada a una espalda amiga...
Los pensamientos se reducen a uno solo. Pensas porque el egoismo de la realidad no te permite vivir eternamente en lo abstracto de su sonrisa...
Y aunque te resta un camino bastante largo para poner el cuerpo a descansar, eso no te importa, el tono suave, dulce, apacible de su voz, en la sencillez de un saludo, te da combustible para 20 siglos de padecimientos... 
Y aunque no vas a terminar el dia en sus brazos, la ves perderse en el horizonte de la despedida, y su sonrisa sigue iluminando tu noche cerebral, y eso es suficiente para romper tus pragmatismos... Y no te importa nada, porque sos algo por ella, y no queres nada mas...